El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, reiteró este viernes que considera excesiva la pena de dos años de prisión impuesta a las integrantes del grupo Pussy Riot, al tiempo que volvió a condenar su “oración punk” en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú.
“No las habría metido en la cárcel, sencillamente no creo que sea correcta una pena de prisión para estas tipas, que ya han pasado un tiempo entre las rejas. Y ya es suficiente, en realidad. Y que le hayan liberado a una de ellas, es una suerte”, expresó Medvédev.
Al mismo tiempo, subrayó que continúa sintiendo un fuerte rechazo hacia las jóvenes y su actuación que les valió la pena de prisión.
“Dije ya hace bastante tiempo que me resultan repugnantes esas personas y me provocan emociones muy negativas, hasta el punto de no querer hablar de ellas”, acotó.
Tres integrantes del grupo Pussy Riot, Nadezhda Tolokónnikova, María Aliojina y Ekaterina Samutsévich, fueron condenadas a dos años de prisión por haber protagonizado en febrero pasado una “oración punk” que incluía expresiones “Mierda bendita” y “Madre de Dios, echa a Putin” en la Catedral de Cristo Salvador.
El pasado 10 de octubre, el Tribunal Municipal de Moscú concedió la libertad condicional a una de las Pussy Riot, Samutsévich, y confirmó la sentencia a sus dos compañeras, Tolokónnikova y María Aliojina, que posteriormente fueron trasladadas a centros penitenciarios a cientos de kilómetros de la capital rusa.
La condena a las tres integrantes del grupo punk desató una polémica en la sociedad rusa y provocó críticas de Occidente. Las acusadas recibieron numerosas muestras de apoyo por parte de políticos y estrellas del mundo del espectáculo internacional, como Sting, Madonna o Paul McCartney.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró por su parte que la sentencia a las jóvenes es “correcta”, puesto que su acción constituye un intento de “socavar los cimientos de la moral y destruir el país”.
