¿Qué es la felicidad? ¿Podemos comprarla? ¿En qué consiste el sentido de la vida? Estas y otras preguntas debe hacerse el hombre contemporáneo para no caer en las garras de la “esclavitud espiritual”, considera el filósofo ruso Alexander Nikíforov.
“Hay que cuidar bien la libertad espiritual, entrenar la mente y llevar una vida acorde con las elecciones que hacemos. No es fácil, lo sé, pero ser hombre nunca ha sido una tarea fácil, y ahora menos”, aseguró Nikíforov durante una clase ofrecida en RIA Novosti en vísperas del Día Mundial de la Filosofía, que se celebra el 15 de noviembre.
Según el experto, la filosofía hace que el hombre reflexione sobre su vida, protegiéndole en cierta medida del “lavado del cerebro” al que se somete a diario.
“En la actualidad, la visión que tenemos del mundo está muy influenciada por los medios de comunicación y la publicidad. Las posibilidades para la manipulación mental, en comparación con épocas anteriores, crecieron infinitamente”, explicó.
Como resultado, el hombre perdió su libertad. “Tras librarnos de la dependencia de la Naturaleza, caímos en una esclavitud espiritual, en la que las mentes son dominadas y controladas por los medios de la comunicación”, indicó.
Lamentó los niveles de consumo en la sociedad actual y los sacrificios que el hombre hace para satisfacer sus caprichos.
“Para consumir más y más, aceptamos trabajos rutinarios que dañan tanto el cuerpo como el espíritu, pero estamos tan acostumbrados a esta situación, que ni siquiera lo notamos”, indicó.
Solo la filosofía puede hacer que el hombre se pare a pensar en lo que realmente quiere de esta vida, opina Nikíforov. “Es la filosofía la que nos dice que la bondad y la belleza no son menos importantes que un teléfono celular”.
Recordó que el poder siempre estuvo en contra del pensamiento filosófico, en la antigüedad los pensadores a menudo eran envenenados, quemados en hogueras u obligados a refugiarse en el exilio. “Incluso en 1922, Lenin reunió a los filósofos rusos en un barco y los mandó al extranjero”.
No obstante, la capacidad de reflexión crítica es lo único que puede guiar al hombre en la vida. Filosofar puede cualquiera, las respuestas siempre serán diferentes. “Cada tiempo, país, e incluso cada persona, dan sus contestaciones a las interrogantes filosóficas”, alentó Nikíforov y agregó que la mejor manera de pensar acerca de las cuestiones eternas es hacerlo en la intimidad, al estilo de los antiguos filósofos.
