Un tribunal de San Petersburgo desestimó hoy nueve demandas, por un total de 10 millones de dólares, presentadas por unos activistas contra la cantante Madonna por hacer “propaganda homosexual” durante su concierto en la antigua capital imperial de Rusia, donde la “propaganda gay” entre menores de edad se castiga con multas de acuerdo con una ley municipal.
Además de la propia cantante, que expresó durante su concierto el apoyo a las minorías sexuales de San Petersburgo, los activistas presentaron las demandas contra los organizadores del concierto y la administración del estadio donde éste se celebró en agosto pasado.
Los demandantes afirmaron asimismo que Madonna atentó contra la seguridad nacional de Rusia porque promueve “la promiscuidad entre niños y niñas rusos lo que afectará también la capacidad defensiva del país”.
Sin embargo los argumentos presentados por los querellantes contra Madonna y los organizadores del concierto no convencieron al juez quien señaló en particular durante la audiencia que las entradas al evento llevaban la marcación “18+”, o sea que se advirtió al público de que el concierto no era apto para menores de 18 años.
Los carteles para el concierto llevaban la misma marcación, indicaron los organizadores del evento ante el tribunal. Asimismo declararon que los argumentos de los activistas carecen de fundamento, en particular los referentes a los daños morales, que no fueron confirmados, según los demandados.
La propia cantante, como era de esperar, no asistió a ninguna de las audiencias del caso.
