La Duma de Estado, o Cámara Baja del Parlamento ruso, debatirá una propuesta de disolución anticipada, si se confirma que reunió 100.000 firmas válidas a favor, declaró hoy el vicepresidente de la asamblea legislativa y subjefe de la fracción oficialista Rusia Unida, Serguei Nevérov.
El periódico Novaya Gazeta comunicó este jueves que cuenta con más de 105.000 firmas por la disolución de la Duma, salida de las urnas en diciembre de 2011. Promotores de la suscripción pretenden castigar a la Cámara Baja por haber aprobado la polémica ley Dima Yákovlev, que prohíbe a los estadounidenses adoptar niños en Rusia, sin examinar previamente una petición en contra, aupada por más de 100.000 ciudadanos.
Nevérov recordó que el presidente Vladímir Putin sugirió en diciembre pasado poner sobre el tapete cualquier moción avalada por al menos 100.000 firmas. “Si todas son auténticas, la Duma va a examinarla. Pero conste que por la actual asamblea y los partidos allí presentes votaron 60 millones de personas cuya opinión también importa”, señaló.
Funcionarios del aparato afirmaron que “la Duma no tiene por ahora las firmas del Novaya Gazeta”. Mientras, un alto cargo de la Cámara Baja ya calificó de incuestionable la legitimidad de la asamblea.
“La legitimidad de su formación y funcionamiento no se presta a dudas (…). No podemos resolver la cuestión en los términos en que se plantea ahora”, declaró a la prensa el jefe del comité parlamentario de leyes constitucionales y desarrollo institucional, Vladímir Pliguin.
Al mismo tiempo aseguró que la Duma desarrolla nuevas formas de cooperación con partidos extraparlamentarios e instituciones de la sociedad civil y se encargará de elaborar a lo largo de este año un procedimiento legal para examinar las iniciativas ciudadanas respaldadas por más de 100.000 firmas.
La oposición rusa planea celebrar el próximo domingo en Moscú la llamada “Marcha contra los canallas”, en protesta por la ley Dima Yákovlev.
Esta normativa legal, concebida como represalia rusa contra el Acta Magnitski del Congreso estadounidense, recibió un aluvión de críticas por parte de los sectores liberales en Rusia que la calificaron de política.
Aun así, el 56% de los rusos avalan la idea de prohibir a los estadounidenses adoptar niños en Rusia, frente al 21% que rechazan tal medida, según una encuesta realizada en diciembre.
