El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pidió al presidente de Francia, François Hollande, que explique sus contactos con las activistas kurdas asesinadas esta semana en París.
El mandatario galo admitió anteriormente que conocía personalmente a una de las tres víctimas entre las que figuraba Sakine Cansiz, fundadora del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ilegalizado en Turquía. París calificó el asesinato de las activistas kurdas como una “ejecución” y un “acto intolerable”.
“Francia debe esclarecer este incidente. El presidente francés debe explicar a la sociedad turca y a la comunidad internacional por qué se reunió con miembros de una organización terrorista”, acotó Erdogan citado por medios internacionales.
Las otras víctimas del triple asesinato, además de Cansiz, son Fidan Dogan, directora del Centro de Información del Kurdistán en París, y Leyla Soylemez, una activista. Sus cuerpos sin vida y con sendos disparos en la cabeza fueron hallados el pasado jueves en las dependencias del centro.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán lleva más de 25 años luchando por crear una autonomía kurda en el sureste de Turquía. El conflicto armado se ha cobrado ya más de 45.000 vidas. Además de ser ilegalizado en Turquía, el PKK está considerado un grupo terrorista por la Unión Europea, EEUU y otros muchos países del mundo.
De acuerdo a la agencia France Presse, Francia es actualmente el país de residencia de unos 150.000 kurdos, la mayoría de ellos procedentes de Turquía.
