Los soldados disidentes que tomaron el ministerio de Información de Eritrea se entregaron a las autoridades del país africano, informó hoy la prensa internacional.
“Hoy la situación está tranquila. No hay militares en la ciudad, los tanques fueron retirados. El ministerio trabaja como siempre”, según la fuente, que antes había informado que los representantes del gobierno y la oposición habían llegado a un acuerdo para normalizar la situación en el país.
Más de 200 soldados disidentes irrumpieron la víspera en el ministerio de Información de Eritrea y mediante un comunicado leído por televisión manifestaron que la Constitución de 1997 sería restaurada a la fuerza y los prisioneros políticos serían liberados.
El Estado de Eritrea se independizó de Etiopía en 1993 tras muchos años de conflicto armado que estalló debido a las controversias entre cristianos y musulmanes, convirtiéndose así en uno de los Estados más jóvenes del mundo. Su capital y ciudad más poblada es Asmara.
La comunidad internacional critica a las autoridades de Eritrea por la constante violación de los Derechos Humanos, en particular los defensores de los DDHH consideran que el nivel de libertad de expresión en el país africano es el peor en el mundo.
