El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, pidió hoy a Occidente una mayor cautela y argumentación a la hora de hacer comentarios sobre la postura de Moscú respecto al conflicto de Siria.
“Confío en que nuestros compañeros de otros países hagan comentarios más argumentados y correctos sobre el punto de vista de Rusia respecto a la crisis de Siria”, manifestó el jefe de la diplomacia rusa tras reunirse con su homólogo belga, Didier Reynders.
Las declaraciones de Lavrov se producen después de que un portavoz del Departamento de Estado de EEUU afirmara que la postura rusa sobre Siria ha cambiado y que Moscú supuestamente estaba decepcionado con el régimen del presidente sirio, Bashar Asad.
“Nunca nos hemos sentido encantados con este régimen, ni jamás lo hemos apoyado, y todo nuestro esfuerzo dirigido a colaborar para hacer cumplir el acuerdo de Ginebra sobre la formación de una autoridad de transición, es una muestra de que queremos que la situación se normalice y se creen condiciones para que los propios sirios decidan el futuro de su Gobierno, su nación y su país”, aseveró el canciller ruso.
Subrayó que esto es en que consiste la postura rusa, y “no en apoyar a uno u otro personaje de esta tragedia”.
Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, reiteró en una entrevista con el diario alemán Handelsblatt que su país no apoya al Gobierno sirio ni a la oposición, pero que mantiene el contacto con ambas partes, una postura “absolutamente pragmática”, aseguró.
“No apoyamos a Asad ni a la oposición, sino que estamos en contacto con Asad y la oposición. Sí que tenemos relaciones interestatales, vínculos económicos e incluso lazos militares con el Gobierno actual, pero nunca hemos insistido en que Asad u otra persona deba mantenerse en el poder. Es algo que debe decidir la nación siria”, dijo.
Al mismo tiempo, el jefe del Ejecutivo ruso subrayó que Moscú “rechaza rotundamente” que tanto el régimen, como la oposición reciban armamento desde el exterior, por lo que exigió que se ponga fin a la ayuda militar extranjera a los bandos del conflicto sirio.
Desde marzo de 2011, Siria vive un violento conflicto armado que ha causado, según datos de la ONU, al menos 60.000 muertos y más de 600.000 refugiados. Además, alrededor de cuatro millones de sirios necesitarán ayuda humanitaria durante este año.
En los casi dos años de hostilidades entre el Ejército y la oposición armada, han sido destruidos, total o parcialmente, centenares de miles de edificios y la economía del país ha sufrido pérdidas millonarias.
