El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, negó que el capitalismo de Estado sea la meta del Gobierno de Rusia, a pesar de las transacciones como la compra del 100% de la petrolera ruso-británica TNK-BP por parte de la compañía estatal Rosneft.
“Se trata simplemente de que nuestros socios vean que no tenemos como meta el capitalismo de Estado o la economía de Estado, pese a las transacciones como la compra de TNK-BP”, aseguró Medvédev en una entrevista con el diario alemán diario alemán Handelsblatt.
En este sentido, negó que la presencia del Estado en el sector de las materias primas, aunque reconoció que la compra de TNK-BP convierte a Rosneft en la mayor compañía del mercado. Según el acuerdo alcanzado, la petrolera estatal se hará con el control de la empresa ruso-británica a cambio de 45.100 millones de dólares y el 12,84% de sus acciones.
A la pregunta de por qué en el caso de TNK-BP no se optó por un inversor extranjero, el jefe del Gobierno ruso explicó que, por tratarse de un sector estratégico, la decisión debía tomarse teniendo en cuenta el conjunto de los factores. “Aunque, hablando directa y sinceramente, no es nada fácil dar con alguien capaz de desembolsar los 50.000 millones de dólares en los tiempos que corren”, admitió.
Adelantó asimismo que su Ejecutivo no descarta privatizar Rosneft, aunque esperará a una mejor coyuntura económica para hacerlo.
