Un decreto de 1800, que prohibía a las parisinas “vestir como hombres”, fue derogado por las autoridades galas.
A partir de ahora las habitantes de la capital francesa pueden llevar pantalones sin pedir una autorización a la Policía.
Hasta ahora, todas las parisinas que vestían pantalones estaban incumpliendo la orden vigente durante más de dos siglos.
El insólito decreto, que en más de una ocasión fue objeto de discusiones en la sociedad gala, fue emitido en el 1800 por el entonces jefe de la Policía local.
Según la prensa gala, en el siglo XIX muchas mujeres comparecieron ante la Justicia por violar la polémica ordenanza.
A finales del siglo, la prohibición se suavizó un poco y se permitió llevar pantalones a las mujeres que fueran a caballo y en bicicleta.
En julio de 2012, un senador galo exigió al Ministro de Igualdad que deshiciera la orden en desuso. La reacción de las autoridades se hizo esperar pero finalmente la ley fue derogada por “carecer de efectos jurídicos y ser un simple material de archivo”.
