Diplomáticos de 193 países del mundo se reunieron este lunes en la sede de la ONU de Nueva York para retomar el tema de redacción de un tratado internacional de comercio de armas.
El intento anterior, realizado en julio de 2012, no se coronó de éxito, porque el proyecto de ese documento tenía numerosas lagunas que no permitían impedir el uso de armas contra la población civil.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, decepcionado con los resultados del encuentro del año pasado, dijo confiar en que esta vez los participantes de la conferencia logren eliminar las contradicciones y muestren la respectiva voluntad política.
“Nuestra responsabilidad colectiva consiste en poner fin a la inadecuada regulación del comercio global de armas convencionales, desde fusiles hasta carros blindados y aviones de combate”, indicó.
Según la prensa, unos delegados de la Asociación Nacional del Rifle de EEUU querrán defender en la conferencia el derecho de los estadounidenses a poseer armas.
Varios países occidentales insistirán en incluir en el tratado la prohibición de suministrar armas que pueden emplearse para atentar contra los derechos humanos, incluso de acuerdo con los contratos concertados anteriormente. Se trata, en particular, de la venta de armas rusas a Siria.
Rusia por su parte propondrá establecer control sobre la venta de armas, autorizando realizarla solo a las estructuras investidas de tal derecho por el Estado.
La idea de concertar el tratado en cuestión fue promovida en 1995 por un grupo de laureados con el Premio Nobel. La Asamblea General de la ONU empezó a preparar la respectiva conferencia solo en 2009 y todavía no ha logrado elaborar el borrador de tal documento.
