La autopsia practicada al cuerpo del multimillonario ruso Boris Berezovski, encontrado sin vida el sábado en su mansión británica, reveló que la muerte fue por ahorcamiento, aunque no halló signos de violencia, informó anoche la Policía del Valle del Támesis.
“Los resultados de la autopsia llevada a cabo apuntan al ahorcamiento como causa de la muerte. Los forenses no descubrieron nada que apuntara a un forcejeo”, dice el comunicado policial, en el que, no obstante, tampoco figura la palabra “suicidio”. Anteriormente, la Policía declaró que no veía “implicación de terceras personas” en la muerte del magnate.
Las autoridades británicas anunciaron que realizarán más pruebas toxicológicas e histológicas al cadáver y que los resultados de estos exámenes se conocerán en unas semanas. Con toda probabilidad, la causa oficial de la muerte de Berezovski no se hará pública hasta entonces.
Por otro lado, para este martes está previsto el procedimiento formal de identificación del cuerpo, que no se ha realizado hasta ahora.
Anteriormente, un amigo de Berezovski, el también empresario y ex director general adjunto de la aerolínea rusa Aeroflot Nikolái Glushkov, afirmó a la prensa que el oligarca pudo morir por estrangulamiento. Según Glushkov, la ex esposa de Berezovski Galina, propietaria de la mansión en la que se descubrió el cadáver, fue autorizada para visitar la casa y relató después que en el lugar de los hechos se encontró una bufanda.
El cuerpo sin vida de Boris Berezovski, de 67 años, fue descubierto la mañana del sábado por su guardaespaldas en uno de los baños de la mansión de Ascot, condado inglés de Berkshire, en la que residía. La Policía británica abrió una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte que calificó de “inexplicadas”.
Entretanto, distintas fuentes indicaron anteriormente que pudo haber sufrido un ataque cardíaco o haberse suicidado, ya que en los últimos meses padecía de depresión, al parecer a causa de sus problemas financieros.
