Una delegación gubernamental siria arribó a Argelia para sostener negociaciones sobre la participación de este país en los esfuerzos por conseguir el cese de operaciones de combate en Siria, comunicó hoy el periódico argelino Al Shuruk.
“Argelia aspira a jugar el papel de mediadora entre el régimen de Bashar Asad y los rebeldes de Siria, para hacer parar la guerra que causó miles de víctimas humanas”, escribió el rotativo.
A diferencia de los países del Golfo Pérsico que retiraron a sus embajadores de Damasco, Argelia mantuvo al suyo y está prestando ayuda humanitaria a Siria.
A finales de marzo pasado, la Liga Árabe presionada por Qatar admitió en sus filas a la Coalición Nacional de la oposición siria formada en el extranjero. Argelia, junto con Líbano e Irak, protestó contra tal decisión al argüir que viola burdamente los Estatutos de la Liga.
El experimentado diplomático argelino Lakhdar Brahimi fue designado por la ONU y la Liga Árabe a actuar como mediador para arreglo en Siria. Pero Brahimi estuvo ausente en la última cumbre de la Liga celebrada en Qatar, por divergir con la oposición siria y los Estados que la apoyan.
La delegación siria que acaba de llegar a Argelia se compone de cinco personas, incluidos representantes del partido gobernante Baas, oficiales del Servicio de Seguridad y un delegado de la administración de Alepo, región donde se desarrollan los combates más encarnizados.
Siria es desde marzo de 2011 escenario de un violento conflicto armado entre el Gobierno y la oposición, apoyada y financiada por países occidentales y monarquías del Golfo Pérsico, que ya se cobró unas 70.000 vidas, según la ONU.
Damasco afirma que en las filas de los rebeldes combaten miles de extranjeros, incluidos miembros de varios grupos terroristas. También dice que la oposición no quiere sostener negociaciones confiando en la solución militar del conflicto.
La oposición a su vez declara que el régimen de Asad se apoya sobre la fuerza militar y se niega a cumplir “las exigencias legítimas del pueblo sirio”.
