El creciente interés de Al Qaeda hacia Siria, a la que esa organización terrorista internacional planea transformar en su principal plaza de armas en Oriente Próximo, no puede menos que preocupar a Rusia, comunicó hoy la cancillería rusa.
El líder del brazo iraquí de Al Qaeda, Abu Bakr al Bagdadi, declaró ayer que el grupo opositor sirio Jabhat al-Nusra es uno de sus núcleos. El jefe de Jabhat al-Nusra, Mohamed al Golani, a su vez confirmó en público hace un tiempo que sus hombres cumplen órdenes del jeque Ayman al Zawahiri, líder de Al Qaeda.
La cancillería rusa expresó con ese motivo que “Moscú condena firmemente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones” y dijo lamentar que unos círculos internacionales y regionales “aplican la política de doble rasero y no valoran adecuadamente la táctica terrorista”.
Además indicó que a Moscú le preocupa que el conflicto en Siria pueda propagarse al Líbano limítrofe. El 10 de noviembre pasado, por ejemplo, la prensa libanesa informó que en un barrio de Beirut fue hallado un simulacro de explosivo con una inscripción amenazante firmada por Jabhat al-Nusra.
Siria es desde marzo de 2011 escenario de un violento conflicto armado entre el Gobierno, apoyado por Irán, Rusia y China, y la oposición, respaldada y financiada por países occidentales y monarquías del Golfo Pérsico. La confrontación ya causó unas 70.000 víctimas humanas, según la ONU.
