La lapidación dejará de ser la única ejecución aplicable al adulterio en Irán, conforme a una enmienda al Código Penal que se hizo pública esta semana.
“Cuando no haya posibilidad de cumplir la sentencia (de lapidación)”, el juez que la haya emitido podrá sustituirla con otra ejecución, a ser aprobada por el jefe del Poder Judicial, precisó AFP.
La versión enmendada del artículo no explica en qué casos resulta imposible la lapidación.
Reintroducido junto con otras leyes de la sharía tras la revolución islámica de 1979, la lapidación de adúlteros en Irán recibe fuertes críticas de Occidente, organismos internacionales y grupos pro derechos humanos.
Mina Ahadi, del Comité Internacional contra el Apedreamiento, declaró a AFP que la enmienda demuestra la eficacia de “condenas y presiones internacionales”.
Al mismo tiempo, dijo que la nueva variante del artículo de “sigue siendo medieval y bárbara.” “Pensamos que es necesario renunciar a la lapidación sin reemplazarla con otros castigos”, agregó.
Según la prensa, el Parlamento iraní intentó abolir del todo la pena de lapidación pero los partidarios de la línea dura – clérigos y juristas agrupados en el Consejo de Guardianes de la Constitución – reinsertaron este castigo con una enmienda.
El grupo de Ahadi estima que al menos 150 personas murieron apedreadas en Irán desde 1980. Unas 12 personas siguen a la espera de esta ejecución en diversas cárceles iraníes.
El caso más conocido es el de Sakineh Mohammadi Ashtiani, una iraní sentenciada en 2006 a la pena de muerte por adulterio y asesinato de su esposo. En 2011, la presión internacional obligó a Irán a posponer sin fecha su lapidación aunque, formalmente, todavía amenaza a la mujer que sigue encarcelada.
La legislación iraní también castiga con pena capital los delitos de homicidio, violación, atraco a mano armada y tráfico de drogas. Normalmente, las sentencias de muerte en Irán se ejecutan en la horca.
