La esposa del presidente de Uruguay José Mujica, Lucía Topolansky, propuso crear en el país clubes de cultivadores de cannabis bajo un estricto control gubernamental.
Según Topolansky, esta iniciativa permitirá al Estado privar de beneficios a los narcotraficantes y garantizar “la calidad” de la mercancía vendida.
El proyecto de ley ideado por el movimiento gubernamental Frente Amplio autoriza las instituciones públicas a efectuar el control y la regulación de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha producción y distribución del cannabis.
El Centro de Farmacias del Uruguay ofreció hace unos días ocuparse de la distribución de la marihuana, una iniciativa valorada positivamente por los activistas progubernamentales.
El consumo de marihuana en Uruguay no es ilegal ya que la ley prohíbe solo su producción y venta. En caso de la aprobación del proyecto los uruguayos podrán cultivar el cannabis en casa o comprarlo en establecimientos especializados en cantidades limitadas a 40 gramos por persona.
A pesar del apoyo de las autoridades a la iniciativa, del 60 al 70% de los uruguayos la rechazan, según las encuestas. El proyecto de ley se está discutiendo en comisiones para ser presentado al Parlamento dentro de unos días.