El apoyo del occidente a la oposición armada de Siria es un “camino a ninguna parte”, considera el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
“Nos preocupan las declaraciones de la dirección del llamado Ejército Libre Sirio y algunos dirigentes estadounidenses sobre la continuidad del apoyo de la oposición armada hasta la recuperación del balance militar en el país. Es un camino a ninguna parte”, dijo Lavrov.
Según el ministro, el apoyo de la oposición armada es “un círculo vicioso”.
“Hay que pensar en el pueblo sirio y otros pueblos de los Estados limítrofes que también están sufriendo ahora”, señaló.
Insistió en la necesidad del cumplimiento del derecho internacional humanitario por parte de representantes de ambos bandos del conflicto en Siria y advirtió contra las especulaciones en este ámbito.
“Vamos a insistir que las exigencias de cumplimiento de las normas del derecho humanitario lleguen a tanto el régimen como la oposición. Al mismo tiempo, es inadmisible especular con el derecho humanitario internacional para crear una imagen tergiversada de los acontecimientos, como historias sobre ataques de hombres armados a barrios residenciales solo por provecho propio”, subrayó.
Por otra parte, la Coalición Nacional Siria puso en duda su participación en la conferencia internacional de paz en Ginebra, propuesta por Rusia y EEUU.
“Si el régimen de Asad no cumple las condiciones de la primera conferencia en Ginebra para el cese de la autocracia y la realización de reformas democráticas, no vemos ningún sentido en la participación en el segundo encuentro en Ginebra”, dice un comunicado de la coalición.
La oposición teme además que durante la conferencia se proponga prolongar la estancia en el poder de Bashar Asad hasta 2014.
Entre tanto, la ONU hizo un llamamiento a sus donantes para la recaudación de una ayuda récord para los afectados por el conflicto sirio. La organización pide para organizaciones humanitarias que trabajan en Siria un total de 5.200 millones de dólares, más que en su momento se solicitó para las víctimas de Irak, Sudán, Afganistán, Pakistán y Haití.
