El Senado de EEUU aprobó el jueves con 68 votos a favor y 32 en contra el proyecto de ley sobre la reforma migratoria, que es la más importante revisión de las normativas en esta materia desde la década de 1980.
Ahora el documento será enviado a la Cámara de Representantes, aunque su portavoz, John Boehner, declaró anteriormente que insistirá en elaborar su versión del proyecto de ley.
La reforma apoyada por el Senado permitirá a 11 millones de inmigrantes ilegales obtener la ciudadanía de EEUU en el transcurso de 13 años, a condición de que no tengan deudas tributarias ni antecedentes penales.
Al mismo tiempo, el documento estipula asignar 46.000 millones de dólares para la protección de las fronteras, optimizar el control fronterizo y el chequeo electrónico de la ocupación de los inmigrados. Prevé alargar en 1.100 kilómetros la valla de seguridad en la frontera con México y contratar a otras 20.000 personas para el patrullaje de la frontera.
El líder de la mayoría democrática del Senado, Harry Reid, calificó el proyecto de reforma como un punto de viraje, que permitirá fortalecer las fronteras y “ayudará a once millones de personas a normalizar sus relaciones con la ley”.
Pero el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, criticó el documento y afirmó que no llegará a ser ley en la forma en que está redactado.
Sin embargo, el público presente en la galería del Senado durante la votación celebró con júbilo la aprobación del proyecto de ley coreando “Yes, we can” (Sí podemos), que fue el eslogan electoral del presidente Barack Obama, partidario de esta reforma.
