Los niños alimentados con el pecho de forma prolongada comprenden mejor lo que se les dice a los tres años y tienen un coeficiente intelectual más alto a los siete, según una investigación estadounidense publicada en la revista JAMA Pediatrics.
Los científicos, encabezados por la doctora Mandy Belfort del hospital infantil de Boston, examinaron la relación entre la duración de la lactancia y el desarrollo cognitivo en más de 1.300 pequeños. También estudiaron el impacto del consumo de pescado por la madre sobre la capacidad de los niños de resolver problemas intelectuales.
Se estableció que una lactancia prolongada mejoraba los resultados de los niños al pasar los tests de Peabody, que evalúa los conocimientos léxicos, y de Kaufman, que determina la inteligencia. Sin embargo, según Belfort, "no vimos relación con la memoria o la capacidad de aprendizaje".
Los hijos de las madres que consumían pescado al menos dos veces a la semana mostraban mejores resultados de coordinación visomotora. Sin embargo, estos indicadores no eran estadísticamente relevantes, señalan los científicos.
“En total, los resultados obtenidos confirman la relación casual entre la lactancia durante el primer año del bebé y la comprensión del lenguaje a los tres años y el nivel intelectual a los siete. Los datos respaldan las normas internacionales que incitan a alimentar a los niños únicamente con leche materna hasta los 6 meses y continuar amamantándolos hasta un año”, señalan los investigadores.