Después de una conversación telefónica, el presidente de EEUU, Barack Obama, y el primer ministro de Turquía, Recep Erdogan, expresaron su inquietud por la presencia de extremistas extranjeros en Siria, informó la Casa Blanca.
“El presidente y el primer ministro trataron el peligro que representa la presencia de extremistas extranjeros en Siria y coincidieron en la importancia de respaldar la oposición unificada siria”, dice le comunicado.
Previamente, la administración de Obama anunció que prestaría apoyo militar a la oposición siria pero, según estimaciones de varios medios nacionales, se limitó a enviar armas ligeras. Muchos observadores aseguran que Washington está preocupado por la creciente radicalización de la oposición en Siria y la presencia de terroristas extranjeros en sus filas.
Se comunica con regularidad sobre matanzas en Siria de civiles y soldados de las tropas gubernamentales, hechos prisioneros, por extremistas extranjeros.
El Gobierno sirio lleva dos años denunciando la presencia de terroristas extranjeros entre los rebeldes. Washington considera que el régimen de Asad perdió la legitimidad y apoya la convocación de la conferencia Ginebra 2 para crear un nuevo gobierno transitorio.
