El mayor del Ejército de EEUU, acusado de asesinar a tiros a 13 personas y de herir a otras 32 en la base militar de Fort Hood (Texas) en noviembre de 2009, considera que será condenado a la pena de muerte, informaron medios estadounidenses.
Nidal Hasan, psiquiatra militar de 42 años, renunció a la asistencia de abogados para encargarse él mismo de su defensa en un proceso en el que se enfrenta a 13 cargos de asesinato premeditado y 32 cargos de intento de asesinato premeditado. Los abogados que le fueron asignados declararon el miércoles ante el tribunal que Hasan tomó esa decisión para ser sentenciado a la pena capital.
“Resulta obvio que su objetivo es eliminar todos los escollos y obstáculos para conseguir la pena de muerte”, explicó uno de los letrados.
El propio acusado se mostró en desacuerdo con estas declaraciones, a las que calificó de “tergiversación de los hechos”, aunque se negó a expresar su protesta por escrito cuando la juez se lo propuso. Anteriormente, Hasan había ofrecido declararse culpable a cambio de que la Fiscalía no pidiera pena de muerte para él, propuesta que la jueza rechazó.
Si Hasan logra su propósito y es ejecutado, sería la primera ejecución de una sentencia de muerte dictada por un tribunal militar de EEUU desde 1961.