El presidente de EEUU, Barack Obama, reafirmó hoy, de visita en Suecia, que el mundo no puede quedarse de brazos cruzados ante el supuesto uso de armas químicas contra civiles en Siria.
“La comunidad internacional no puede permanecer callada ante semejante barbarie”, declaró Obama tras reunirse con el primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt.
La falta de respuesta, según él, “incrementará el riesgo de nuevos ataques y la posibilidad de que otras naciones usen estas armas”.
El presidente expresó la confianza en que el Congreso estadounidense aupará su propuesta de emprender una acción militar de carácter limitado en Siria.
Obama tampoco pierde la esperanza de convencer a favor de una intervención militar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, al que verá este fin de semana en la cumbre del G-20 en San Petersburgo.
“Siempre mantengo la esperanza… Podremos evitar muertes mucho más pronto, si Rusia asume una postura diferente con respecto a estos problemas”, dijo.
Un informe de inteligencia publicado por EEUU identifica al régimen de Bashar Asad como responsable de un ataque con armas químicas que el pasado 21 de agosto causó al menos 1.429 muertos, entre ellos 426 niños, cerca de Damasco.
