A pesar de las diferencias que han surgido últimamente en el comercio bilateral, entre Rusia y la Unión Europea no hay guerra comercial, declaró el embajador ruso ante los Veintiocho, Vladímir Chizhov.
“Eso de las guerras comerciales no va con nosotros. Entre Rusia y la UE hay demasiada interrelación y dependencia mutua para permitirse dar rienda suelta a las emociones y ajustar cuentas en lugar de resolver problemas por la vía más fácil y apropiada, es decir a través de negociaciones con participación de expertos”, aseveró el diplomático.
Las especulaciones sobre una guerra comercial abierta entre Moscú y Bruselas surgieron después de que Rusia suspendiera, a principios de octubre, las importaciones lácteas desde Lituania, una de las antiguas repúblicas soviéticas y hoy país comunitario.
Las autoridades rusas afirmaron que la medida se debió a la presencia de diversos microbios y bacterias en los productos lituanos. La UE anunció por su parte que no descartaba pedir la intervención de la Organización Mundial del Comercio.
Este mismo mes de octubre, Bruselas solicitó ante la OMC la creación de un equipo para resolver el litigio con Moscú por la denominada “tasa de reciclaje”, un impuesto que grava los vehículos importados. Se trata de la primera disputa comercial para Rusia desde que ingresó en la organización hace poco más de un año.
Además, fuentes lituanas informaron que desde finales de agosto los guardias fronterizos rusos realizaban controles excesivos a los turismos con matrícula lituana y a los camiones procedentes del país vecino. La situación en los puestos fronterizos se normalizó la semana pasada.
