El creciente número de ejecuciones perpetradas por los rebeldes sirios en el norte del país pueden ser consideradas crímenes de guerra, afirmó la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU (OACDH).
La Alta Comisionada de la ONU de DDHH, Navi Pillay, informó que en las últimas dos semanas, su oficina recibió denuncias sobre ejecuciones masivas de civiles e insurgentes que ya no participan en las operaciones de guerra en Alepo, Idleb y Al Raqua.
Según Pillay, la mayor parte de las ejecuciones fueron perpetradas por guerrilleros de la agrupación Estado Islámico de Irak y Levante, relacionado con Al Qaeda.
La funcionaria dijo que esas ejecuciones suponen una grave violación del derecho internacional humanitario y destacó que el número de esas ejecuciones es “alarmantemente alto”.