El servicio de espionaje de Canadá recopiló información de los pasajeros conectados a las redes wi-fi en los aeropuertos del país, informó la televisión canadiense CBC.
A partir de documentos filtrados por el excolaborador de la CIA, Edward Snowden, en 2012, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EEUU y el Centro de Seguridad de Telecomunicaciones de Canadá (CSEC) elaboraron un programa informático para vigilar a usuarios de teléfonos móviles con wi-fi.
De esta forma, CSEC obtuvo información de decenas de miles de personas.
El usuario que utilizó el wi-fi en algún aeropuerto canadiense, su ordenador o teléfono móvil quedaba interceptado por el CSEC que después podía detectar su ubicación y recibir datos sobre sus llamadas al conectarse a otras redes wi-fi en almacenes, bibliotecas, cafeterías e incluso aeropuertos de EEUU.
Según la legislación canadiense, la población no puede ser vigilada sin orden judicial.
Tras la denuncia de espionaje contra la población, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, declaró que su gobierno ordenó una investigación sobre las actividades del CSEC.
