La Corporación Estatal rusa para la Organización del Tráfico Aéreo desmintió hoy las informaciones de que un avión de Air France KLM estuvo a punto de colisionar con un bombardero estratégico ruso Tu-95 en el cielo de Moscú.
La semana pasada, algunos medios rusos comunicaron que el presunto incidente tuvo lugar el pasado 14 de marzo y que, según la denuncia del piloto francés, las aeronaves se habían aproximado a una distancia de 100 metros entre ambas, tres veces menor que el mínimo de seguridad (305 m), y que la tripulación del avión comercial pudo oír supuestamente el ruido de los motores del bombardero ruso.
“La Corporación Estatal rusa para la Organización del Tráfico Aéreo declara oficialmente que no hubo riesgo de colisión alguno y que todas las informaciones que afirmen lo contrario no se corresponden con la realidad”, dice un comunicado del organismo.
El documento cita los datos de la torre de control según los cuales la distancia de separación vertical no bajó de los 300 metros.
Tampoco se detectaron irregularidades en la actuación de los controladores aéreos, ni situación de conflicto entre las dos tripulaciones, agrega la nota, al indicar que todas las pruebas documentales a la Agencia Federal Rusa de Transporte Aéreo, Rosaviatsia.
Según la corporación, últimamente se han multiplicado los casos de divulgación de informaciones no confirmadas o falsificadas sobre supuestos incidentes aéreos en zonas de gran importancia estratégica.
