El viceprimer ministro y representante especial del presidente de Rusia en Transnistria, Dmitri Rogozin, declaró hoy que las firmas al pie de la solicitud sobre la adhesión a Rusia de esta república autoproclamada están en Moscú.
Rogozin formó parte de la delegación oficial rusa que visitó Transnistria el 9 de mayo, con motivo del Día de la Victoria. El sábado, las autoridades de Ucrania y Rumania cerraron paso al aparato en que la delegación rusa regresaba a Moscú. El avión gubernamental tuvo que aterrizar en Chisinau, donde fueron decomisadas cuatro cajas con firmas en cuestión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Moldavia declaró que organismos competentes de la república analizarán la legitimidad de esas firmas.
Este domingo, Rogozin escribió en Facebook: “Las firmas a favor del reconocimiento de la república están en Moscú. Solo una parte insignificante se vio en manos de los servicios secretos moldavos que detuvieron nuestro avión en Chisinau”.
Señaló también que la delegación trajo un llamamiento de los habitantes de Transnitria a los dirigentes de Rusia. Es un documento “que tiene más bien un carácter simbólico que jurídico”, agregó. También dijo que “la provocación organizada por Chisinau tendrá consecuencias serias para las relaciones bilaterales”.
Transnistria, en que el 60% de los habitantes son rusos y ucranianos, planteó la separación de Moldavia ya antes de que se desintegrara la Unión Soviética, temiendo que Moldavia se una a Rumania.
En 1992, tras el intento fallido de las autoridades moldavas de resolver el conflicto por la fuerza, Chisinau perdió el control sobre Transnistria, en la que fue introducido un contingente de mantenimiento de la paz.
En 2006, Transnistria celebró un referéndum, en el que el 97,2% de los votantes se pronunciaron a favor de la unión con Rusia.
Tiráposl lucha por el reconocimiento internacional, Moldavia por su parte le propone autonomía.
