Las sanciones impuestas contra Rusia por los países occidentales podrían fomentar el desarrollo de algunos sectores de la economía que deberán presentar sustitutos para los bienes que antes se importaban, estimó el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev en una entrevista con la televisión rusa Rossiya 1.
“Sin duda es un estímulo como toda restricción interna o externa”, subrayó.
No obstante, el político recalcó que no se trata de un regreso a los tiempos de la Guerra Fría.
“No significa que se vuelva a bajar el telón de acero o que nos propongamos crear una economía basada solo en nuestras capacidades u orientada hacia el interior, independiente de nadie. Hoy en día este tipo de economías ya no existe, incluso las más cerradas dependen de la situación global. Pero la nuestra debe ser autosuficiente”, recalcó.
Según Medvédev, el impacto de las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia es mínimo.
“Actualmente el impacto de las sanciones sobre la economía rusa es mínimo, si existe. Nos siguen amenazando con restricciones contra determinados sectores, incluidas la construcción de maquinaria y la energía. (…) Esto pondría en riesgo las capacidades de exportación de Rusia”, realzó.
El primer ministro indicó que esta situación afectaría ante todo a los países europeos que tienen un intercambio comercial de 400.000 millones de dólares con Rusia.
“Las sanciones perjudican los intereses de las empresas, ante todo europeas. Algunos colegas y conocidos míos declararon públicamente que, con tal de ser solidarios, no les importa que sufran los negocios. (…) Si se trata de una solidaridad contra sus propios empresarios pues bien, que lo hagan. Pero claro que también afectará a nosotros”, añadió.
