El secretario general de la OSCE, Lamberto Zannier, llegó hoy a la región rusa de Rostov del Don para entrevistarse con refugiados procedentes de la vecina Ucrania.
Zannier visitó un centro de veraneo y, tras recorrer las instalaciones, se reunió con refugiados ucranianos.
Durante la reunión, Zannier insistió en que “ambas partes en conflicto dejen las armas”. También destacó el papel que la Iglesia podría desempeñar en el arreglo.
Sus palabras de que “Poroshenko busca prosperidad para Ucrania” provocaron el abucheo de la gente. “No es nuestro presidente, no lo hemos elegido”, gritaron algunos asistentes.
Zannier dijo que la OSCE procurará contribuir al inicio de negociaciones entre las partes en conflicto y se pronunció por implicar a la ONU en las tareas de ayuda a los refugiados.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, señaló la víspera que la visita de Zannier a la provincia rusa de Rostov del Don permitirá esbozar un cuadro más completo y objetivo de la situación en Ucrania.
El Gobierno de Ucrania continúa desde mediados de abril una operación militar contra las milicias independentistas en las provincias de Donetsk y Lugansk. Rusia insta a cesar de inmediato esta operación “punitiva” que, según el Ministerio ucraniano de Sanidad, ha provocado ya 270 víctimas mortales y 700 heridos.
El Gobierno de Rostov del Don estima que, tras comenzar la operación militar en el este de Ucrania, cruzaron la frontera a Rusia unas 70.000 personas, de las cuales la mitad se quedaron.
