La inacción de las autoridades de Ucrania frente al ataque a la Embajada de Rusia es una burda violación de los acuerdos internacionales, opinan expertos en Derecho consultados por Nóvosti.
El sábado pasado, los manifestantes reunidos frente a la misión diplomática rusa en Kiev comenzaron a lanzar piedras y explosivos contra el edificio. También arrancaron la bandera rusa del asta, rompieron casi todos los cristales y volcaron los coches aparcados delante de la embajada.
Es más, el ministro ucraniano de Exteriores, Andréi Deshitsa, se presentó en el lugar de los hechos y pronunció insultos contra el presidente de Rusia.
"Un ataque a embajada es una grave violación a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Según este documento, Ucrania debe garantizar el funcionamiento normal de la misión y efectuar su custodia", comentó Alexéi Moiséev, decano de la Facultad de Derecho Internacional de la Academia Diplomática del Ministerio ruso de Exteriores.
Señalo que las autoridades ucranianas no garantizaron en absoluto la seguridad de la Embajada rusa.
"Al contrario, caldearon la situación y alentaron a los atacantes. En cuanto a las declaraciones del ministro ucraniano de Exteriores, rebasan todas las reglas de urbanidad", indicó.
A su vez, el presidente de la Asociación Rusa del Derecho Internacional, Anatoli Kapustin, criticó la posición de EEUU y la Unión Europea. Dijo que tras haber reconocido a las autoridades interinas de Ucrania, los países occidentales adoptaron una postura que "contradice el sentido común".
"Es una postura de doble rasero e hipocresía que tendrá consecuencias", apuntó el experto al admitir que son limitados los mecanismos jurídicos internacionales para influir sobre Ucrania.
"El problema es que Ucrania, al igual que Rusia, no es Estado miembro del estatuto de la Corte Penal Internacional. Las autoridades ucranianas declararon que estudian reconocer la jurisdicción de la corte, pero no han terminado el trámite", comentó el experto.
