El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores espera que los patrocinadores occidentales de Kiev influyan en la situación en el este de Ucrania, señala un texto actualizado del llamado Libro Blanco, publicado en la página del Kremlin.
“Esperamos que los patrocinadores occidentales de las autoridades ucranianas empiecen a impulsar a Kiev para que ponga fin al exterminio del pueblo del sureste (de Ucrania), que tiene el derecho legítimo de un voto igualitario y pleno para determinar el destino de su país, y las organizaciones internacionales contribuyan a la investigación imparcial y no politizada de numerosas violaciones de los derechos humanos en Ucrania”, precisa el comunicado.
El Libro Blanco reúne los casos de violaciones de los derechos humanos en Ucrania desde finales de noviembre de 2013 a finales de marzo de 2014.
El documento se basa en publicaciones de medios rusos, ucranianos y occidentales, declaraciones del actual Gobierno en Kiev, testimonios e informaciones de ONG rusas.
Mientras, el embajador ruso ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Andréi Kelin, declaró a esta agencia que Kiev injirió en el trabajo de la misión de observadores de la OSCE en Ucrania modificando el contenido de los informes diarios.
“Lamentablemente, no se podía evitar ya que las autoridades ucranianas -que invitaron la misión y eran las que decidían- borraban todo lo que no correspondía a su versión sobre los acontecimientos. Duró un tiempo”, declaró.
Indicó que más tarde la oficina de la misión en Kiev se percató del problema y la situación comenzó a cambiar paulatinamente.
“Comenzó después del ataque aéreo contra la sede de la Administración de Lugansk cuando por primera vez los observadores confirmaron que fue un bombardeo”, destacó el diplomático ruso.
