Los grupos de ultraderecha en Rusia han disminuido su actividad pública en lo que va de año, en parte, por la implicación de Moscú en la crisis de Ucrania, según un informe divulgado hoy por el Centro Sova que monitorea los casos de violencia xenófoba.
“A medida que los acontecimientos en Ucrania han ido acaparando la agenda política, ha empezado a disminuir la actividad pública de la ultraderecha”, constata el informe.
Expertos de Sova indican que “el asunto de Ucrania, además, dividió al bando de la ultraderecha colocando en barricadas opuestas a quienes ven en el nuevo Gobierno ucraniano a los partidarios de (el líder histórico de los nacionalistas ucranianos Stepán) Bandera, perseguidores de los rusos étnicos en las regiones del sureste, y aquellos que interpretan lo ocurrido en Kiev como modelo de revolución nacionalista”.
También se redujo en los últimos meses el grado de xenofobia en la sociedad rusa, por primera vez en muchos años, según el informe del Centro.
“La ultraderecha ha explotado el acuciante tema de Ucrania para compensar esta pérdida de interés, pero su intento difícilmente podría considerarse un éxito”, señala el documento.
Sin embargo, los analistas opinan que el interés por “la tradicional agenda etnonacionalista” se reanimará a medida que el conflicto en Ucrania vaya perdiendo actualidad.
