Los visitantes extranjeros calificaron la decisión de abrir las puertas de la Torre de San Salvador del Kremlin de Moscú como un “acto democrático y una señal de amistad que produce muy buena impresión”.
Lo dijo en particular una italiana. Un chino aplaudió la posibilidad de salir a la Plaza Roja a través de esta torre. También la guía rusa Natalia señaló que esta ruta es mucho más cómoda que la de usar para este fin la Torre Kutafia, como se hacía antes.
Unos rusos declararon que esta novedad muestra a los huéspedes extranjeros el carácter abierto y amistoso de nuestro país, mientras permite a los ciudadanos de Rusia sentirse parte de su historia.
Vladímir Putin promovió hace poco la iniciativa de reorganizar el recinto del Kremlin de Moscú con el fin de hacerlo más atractivo para el turismo. El alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, propuso abrir al público las puertas de la Torre de San Salvador, diciendo que esta propuesta podría realizarse próximamente. Y así se hizo.
Anteriormente, las puertas de la Torre de San Salvador se abrían solo para que pasara el cortejo presidencial durante la ceremonia de investidura, y también una vez al año para introducir el árbol navideño en el recinto del Kremlin.
La iniciativa de Putin incluye también la reconstrucción de dos monasterios antiguos que antes se situaban dentro de las murallas del Kremlin, pero fueron demolidos en la época soviética.
La Torre de San Salvador, edificada en 1491 por el arquitecto italiano Pietro Antonio Solari, debe su nombre al icono que se ve encima de sus puertas, que se consideraban las principales del Kremlin y hasta se honraban como una entrada santa.
De allí partían regimientos rusos para combatir a los invasores. Allí daban la bienvenida a los embajadores de otros Estados. Todos los zares de Rusia pasaban a través de estas puertas al dirigirse a la ceremonia de coronación.
