El primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili, declaró hoy que el conflicto armado con Osetia del Sur de agosto de 2008 no pudo evitarse debido a la política mal pensada de los dirigentes georgianos de aquel entonces, encabezados por Mijaíl Saakashvili.
“Se podía evitar aquella guerra. Pero la política descabellada del equipo de Saakashvili no permitió hacerlo. Como resultado, perdimos territorios, decenas de miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y hoy viven una situación bastante complicada”, dijo Garibashvili citado por la agencia Nóvosti-Georgia.
Afirmó también que pasados seis años desde aquel conflicto, Georgia todavía no se ha recuperado del todo. “Ha quedado gravemente dañada nuestra economía. El Ejército recibió un grave trauma psicológico”, agregó.
En la noche del 8 de agosto de 2008, el Ejército de Georgia abrió fuego del sistema artillero Grad contra Osetia del Sur y tropas georgianas invadieron la república. Quedó en ruinas parte de su capital, Tsjinval.
Rusia envió tropas a la región para proteger a sus habitantes, muchos de los cuales tenían nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.
Las autoridades surosetas reportaron más de 1.500 víctimas mortales. Perecieron 67 militares rusos, incluidos efectivos de un contingente de paz. Por la parte georgiana se registraron 412 muertos (228 civiles, 170 militares y 14 policías) y 1.747 heridos. Nueve soldados y cuatro policías desaparecieron.
El 26 de agosto de 2008, Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia, repúblicas secesionistas que tras el desmoronamiento de la URSS no habían reconocido la jurisdicción de las autoridades de Georgia. Actualmente, Rusia ayuda a estas repúblicas a reconstruir su economía.
La soberanía de Osetia del Sur y de Abjasia fue reconocida también por unos cuantos Estados.
