La "extrema vulnerabilidad" de los migrantes que cruzan ilegalmente hacia EEUU, en particular niños y niñas sin acompañantes, es una de las principales tragedias humanitarias en la región de México y Centroamérica, indica un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Esta situación incluye homicidios, secuestros, desapariciones, actos de violencia sexual, trata de personas, tráfico de migrantes, discriminación y detención migratoria sin garantías procesales y protección judicial", denuncia un comunicado del organismo autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Una semana después de haber celebrado tres jornadas de audiencias abiertas en la Ciudad de México, del 12 al 14 de agosto, en las que recibió los testimonios de víctimas y defensores humanitarios -pero no trató el caso mexicano por razones de protocolo por ser país sede-, el organismo de la OEA hizo público su informe "Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México".
El documento de 284 folios que comenzó a circular el lunes, es presentado mientras el tema de casi 60.000 niños migrantes detenidos desde octubre a la fecha por la Patrulla Fronteriza de EEUU, -cinco veces mayor que ese mismo lapso en 2011- confinados en albergues a la espera de juicios de deportación, ha conmovido a la opinión pública internacional.
VIOLENCIA, MALTRATO Y ABANDONO CAUSAN LA MIGRACIÓN INFANTIL
En el caso de los niños, niñas y adolescentes, la situación de extrema vulnerabilidad se agudiza: "ellas y ellos se ven motivados a migrar por factores como persecución, violencia, explotación, maltrato o abandono en su país de origen, en búsqueda de protección internacional", concluyen los expertos humanitarios.
El informe da cuenta de que esos menores son con frecuencia víctimas de abusos verbales y físicos en su tránsito por México.
A la Comisión le preocupa en particular que "la respuesta por parte del Estado frente a la migración de niñas, niños y adolescentes no acompañados sea frecuentemente su criminalización a través de la imposición de medidas como la detención migratoria".
La CIDH señala a la vez la situación de grave vulnerabilidad de las mujeres migrantes: "la violencia sexual se ha convertido en una parte del recorrido de muchas mujeres migrantes en su tránsito hacia Estados Unidos, quienes además se ven amenazadas por la trata con fines de explotación sexual o prostitución ajena".
El extenso reporte presentado en forma de libro está basado en la información recibida por la Comisión Interamericana entre los años 2008 y 2013, a través de diversas audiencias públicas y una visita de trabajo realizada por la Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH a México, en 2011.
La Comisión hizo un reconocimiento especial al Estado mexicano por todos los esfuerzos desplegados para aliviar esta crisis; pero al mismo tiempo da cuenta de "casos de abusos y crímenes en contra de personas migrantes por parte del organizaciones de narcotráfico y crimen organizado. Esto incluye casos de masacres de decenas de personas migrantes, así como de secuestros masivos de migrantes en tránsito" por México.
Asimismo, lamenta la respuesta estatal ante el crimen y el narcotráfico a través del accionar de las fuerzas policiales y militares, "más que servir para salvaguardar la seguridad de las personas que habitan el territorio mexicano, en muchos casos solo ha contribuido a un recrudecimiento de la violencia y de violaciones a los derechos humanos por parte de agentes estatales", dice la CIDH.
El informe recoge testimonios personales de sobrevivientes de estas situaciones, así como de personas cuyos familiares desaparecieron en su recorrido hacia Estados Unidos y los diferentes obstáculos que enfrentan en su intento de localizarlos.
Finalmente, también se refiere a las personas desplazadas internamente en México: organizaciones no gubernamentales han estimado que hay más de 160.000 desplazados internos.
