Los agricultores españoles, convocados por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y las Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, repartirán este viernes 10.000 kilos de fruta en Madrid en protesta por el veto de Rusia.
El reparto se realizará en la madrileña plaza de Callao bajo el lema "Salvemos al sector agrario español ante las graves consecuencias del veto ruso". Según ha explicado un portavoz de COAG a Nóvosti, se realiza este viernes “para hacerlo coincidir con la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE”.
“Reclamamos a Europa más medidas compensatorias extraordinarias lo antes posible para mitigar los efectos de esta crisis que está afectando tanto a nuestro sector”, asegura a Nóvosti. “España en 2013 exportó productos agroalimentarios por valor de casi 340 millones de euros, al estar prohibida ahora esta exportación, las consecuencias ya se han hecho notar para muchas empresas y han caído los precios de varios productos, los perjudicados sólo estamos siendo nosotros”, explica.
Entre la fruta que entregarán hay varias toneladas de melocotones, peras, patatas y manzanas.
Desde las asociaciones han pedido colaboración ciudadana para sumarse a la campaña “#BesaLaFruta” y fomentar el consumo.
Este tipo de iniciativas se han repetido en las últimas semanas en varias ciudades españolas para mostrar el rechazo a las políticas que está llevando a cabo la UE para paliar esta crisis.
Esta misma mañana la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha sostenido una reunión con representantes de todas las comunidades autónomas españolas para debatir el impacto del veto ruso y las iniciativas ante la Unión Europea.
Hoy Bruselas ha anunciado que duplicará el presupuesto dedicado a encontrar nuevos mercados a los productos vetados por Rusia, un veto que ha provocado pérdidas de unos 5.000 millones de euros, 326 millones sólo en España.
La Unión Europea se ha mostrado confiada en que logrará superar esta situación, pero teme las consecuencias que el veto provocará en los medianos y pequeños productores.
