El nuevo secretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, ha defendido hoy la reforma de la Constitución con un giro profundo de carácter federalista, en su primera reunión con el presidente catalán Artur Mas.
En una rueda de prensa, tras dos horas de reunión en la Generalitat, Sánchez ha apostado por primero llegar a un acuerdo con la Carta Magna y después votar. El dirigente ha vuelto a insistir que el referéndum previsto para el 9 de noviembre para preguntar a los catalanes si quieren seguir en España “es ilegal”.
Sánchez reconoce que la “encrucijada no es nada fácil”, pero que frente al “inmovilismo” del Gobierno conservador, los socialistas apuestan por una reforma de la Constitución que dé respuesta a las peticiones del Gobierno catalán.
El nuevo líder socialista buscará soluciones para evitar una "fractura” porque no se puede pedir a los ciudadanos que escojan entre dos identidades: la catalana y la española.
Pero el Ejecutivo catalán ha contestado que “Cataluña seguirá su camino” porque “no van a esperar sentados que el PP y el PSOE se pongan de acuerdo en una salida política”.
Para cambiar la Carta Magna se necesita el apoyo de las dos terceras partes del Congreso. Cataluña, alega, que no puede entender por qué no les dejan votar.
La vicepresidenta del Gobierno catalán ha invitado hoy a observadores internacionales a visitar la región el día del referéndum.
