Un avión de ataque Su-25 Grach de la Fuerza Aérea de Rusia aterrizó por primera vez en una carretera durante un simulacro de las tropas rusas en el Lejano Oriente.
El avión estaba cargado de municiones cañón y llevaba además dos bloques de cohetes C-8KOM. Después de aterrizar, la nave realizó un servicio integral, que incluye el abastecimiento de combustible, aire comprimido y nitrógeno, así como recibió nuevas armas: los misiles aire-tierra se reemplazaron con los misiles guiados nuevos de la misma clase (artículo 713). Una vez terminadas las obras, el Su-25 despegó para llevar a cabo otras tareas.
“La tarea de aterrizar en una carretera es una novedad para nosotros, sin embargo, es algo que se hacía en repetidas ocasiones en la Unión Soviética”, dijo el comandante del 18º regimiento de aviación de ataque, piloto de 1a clase, Alexandr Zarípov, quien realizó el aterrizaje.
Más tarde se simuló el aterrizaje forzoso de un supuesto infractor de la frontera aérea, un helicóptero Mi-8, interceptado por el caza Su-27SM. Además los participantes cumplieron tareas logísticas, repelieron un ataque de “saboteadores” contra un aeropuerto, extinguieron varios incendios, restauraron la pista de despegue dañada por el “sabotaje” y realizaron otras actividades incluidas en el guion de los ejercicios.
