España ve a Rusia como un “socio estratégico” y se muestra dispuesta a “trabajar con ella”, pero alerta de que la anexión de la península de Crimea es “una violación del derecho internacional”.
Madrid, en el marco de un “nuevo acercamiento” a Rusia, propone “formalizar relaciones entre la Unión Europea y la Unión Euroasiática”, como propone Moscú, y progresar en la liberalización de visados.
Estas son algunas de las líneas del documento programático que realizó el Ministerio de Asuntos Exteriores español, seis meses después de aprobarse la Ley de Acción y Servicio al Exterior, y que publica hoy el diario El País.
Entre las propuestas se encuentra el devenir de la Unión Europea del que dice que “el destino final de la construcción europea es la unión política.
Europa debe configurarse como una auténtica unión federal, no simplemente como una unión de Estados soberanos. Este proceso debe hacerse por fases, pero el objetivo debe definirse con claridad cuanto antes”.
En la denominada Estrategia de Acción Exterior se anuncia, según el diario español, la creación de “una comisión de inversiones españolas en América Latina que “a modo de observatorio, proporcione una información actualizada, una valoración constante de los riesgos y un seguimiento puntual de los contenciosos existentes”.
Con clara intención de evitar “que expropiaciones de empresas españolas, como las que se han producido en Argentina y Bolivia, pillen por sorpresa al Gobierno de Madrid”, señala el País.
El informe admite que la relación con Cuba es “especialmente sensible”, ya que se vive “casi más [como] una cuestión de política interna que de política exterior”.
La Estrategia recuerda que la Unión Europea estudia un posible acuerdo de asociación que incluya una “cláusula democrática” e intenta evitar las diferencias entre los partidos políticos españoles subrayando que “la totalidad de las fuerzas políticas desea para Cuba lo mismo que para España”.
