Los estudiantes han rechazado el diálogo con el Gobierno hongkonés al final de una jornada que ha registrado los primeros enfrentamientos violentos después de una semana de protestas pacíficas.
La Federación de Estudiantes ha acusado al Ejecutivo de CY Leung de permitir las agresiones de "mafiosos" y a la policía de inhibirse, por lo que no les han dejado más opción. La decisión arruina el optimismo de resolver el conflicto a corto plazo y lo devuelve al mismo punto muerto, ahora además con los agravantes de la violencia y la división social.
Los enfrentamientos entre estudiantes y grupos prochinos se han sucedido durante todo el día en Mongkok, un distrito popular con mucha emigración reciente del interior y que sirve de base a las triadas o mafias locales. Los conflictos habían empezado por la mañana, cuando vecinos hastiados por la ocupación del espacio público habían recriminado a los estudiantes las molestias causadas.
Ya por la tarde, unos 400 prochinos accedieron al campamento de los estudiantes, les insultaron, empujaron y golpearon. También robaron sus pertenencias y quitaron las vallas. La llegada de más estudiantes de otros puntos de la ciudad elevó la tensión a pesar de los esfuerzos policiales por separar a ambos grupos. Los enfrentamientos seguían durante la madrugada del sábado.
Leung había ofrecido el diálogo la noche anterior, minutos antes de que expirase el ultimátum presentado por los estudiantes para que dimitiera bajo la amenaza de ocupar edificios oficiales. Los estudiantes aceptaron la propuesta horas después, lo que permitía pensar que el conflicto iba camino de encauzarse.
La medida había dividido a los estudiantes acampados en Admiralty, frente a la sede del Gobierno local. Unos consideraban el gesto como una victoria del movimiento, mientras otros le restaban importancia y lo calificaban como una simple maniobra dilatoria que buscaba que la protesta perdiera fuelle con el paso del tiempo. Algunos afirmaban no sentirse representados por la Federación de Estudiantes, organizador del movimiento, y pedían empezar las acciones violentas.
"Hemos conseguido que tras una semana tenga su primer signo de debilidad, pero nadie puede fiarse de Leung. Si fuera honesto en su voluntad de hablar con nosotros ya lo habría hecho, en lugar de emitir un comunicado grabado en su casa", juzga Joyce Ng, estudiante.
Los ataques a estudiantes en medio de lo que consideran la inhibición policial ha vuelto a unir al movimiento prodemocrático y le ha dado un nuevo ímpetu. El campamento de Admiralty, principal punto de ocupación, ha recibido esta noche de nuevo a decenas de miles de estudiantes después de que durante el día presentase un aspecto más vacío por las lluvias torrenciales y el final de las vacaciones.
