Beligerante y orgulloso Cheney le explicó al periodista Bret Baier que no sentía "ninguna simpatía con los detenidos", que "lo haría de nuevo inmediatamente", y que "el fin justifica absolutamente los medios". Este informe es "un clásico ejemplo de lo que sucede en Washington cuando se junta un grupo de políticos y se dedica a machacar a los profesionales".
Tras compararlo con el "caso Irán-Contra", dijo que "los hombres y mujeres de la CIA hicieron lo que se les pidió" para evitar que se repitiera lo sucedido el 11 de septiembre de 2011. "¿Qué esperaban, que diéramos un beso en las mejillas a los detenidos y les preguntáramos por favor si podían decirnos donde estaba Bin Laden?".
Entre tanto uno de los escritores y periodistas más reputados de EEUU, David Simon, creador de la legendaria serie de televisión The Wire, ha publicado una carta en la que arguye que "para salvar el alma del país algunas personas tendrán que ir a la cárcel por estos crímenes contra la humanidad. Por ordenar crímenes contra la humanidad en mi nombre, en tu nombre, en nuestro nombre. No trabajaban para salvar al país, tal y como reivindican. Trabajaban para destruir la república".
