Una diputada de la Duma (Cámara baja) rusa ha preparado un proyecto de ley que obliga a los cajeros pedir pasaporte a cualquier cliente que quiera comprar bebida alcohólica.
Según Raziet Natjo, del partido oficialista Rusia Unida, la medida pretende impedir que los menores de edad rusos compren alcohol.
"El consumo descontrolado del alcohol por los jóvenes es una catástrofe nacional. Además, la medida mejorará las cifras generales del consumo", dijo Natjo.
Explicó que a muchos les dará vergüenza mostrar pasaporte cada vez que compren una botella y así compararán menos.
Actualmente, en Rusia está prohibido vender bebidas alcohólicas a menores de 16 años. Sin embargo, es el cajero quien decide si hay que pedirle el documento de identidad a un cliente cuyo aspecto causa sospechas de que ya ha cumplido los 16 años.
Según las encuestas, un 30% de los jóvenes rusos consumen alcohol.