"El departamento de inteligencia y seguridad interna llevó a cabo una investigación y determinó que la aviación ucraniana no se utilizó el 17 de julio (…) y el capitán Voloshin no realizó vuelos ese día", comentó este miércoles Markian Lubkivsky, asesor del jefe del SBU.
Según los testimonios de un militar ucraniano que desertó a Rusia, el avión malasio pudo haber sido derribado por el Su-25 que pilotaba Voloshin, capitán de la Fuerza Aérea ucraniana.
El Boeing malasio del vuelo MH17, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio pasado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
A bordo viajaban 298 personas, incluidos 192 holandeses, 27 australianos y 4 alemanes. No hubo supervivientes.
Kiev culpó de la catástrofe a las milicias de Donetsk, pero éstas respondieron que no disponían de armamento capaz de abatir un avión a más de 10.000 metros de altura.
El pasado 8 de septiembre Holanda publicó un informe preliminar sobre el siniestro del Boeing y confirmó que el avión se descompuso durante el vuelo "a causa de daños estructurales provocados por un gran número de objetos que penetraron en la aeronave desde fuera", pero no indicaron el origen de esos objetos.