En una larguísima entrevista de seis horas a la revista Vanity Fair, Torres explicó que "Iñaki, la infanta y [Carlos] García Revenga (secretario de las infantas) eran miembros de las directiva de Nóos" e "informaban al Rey, aunque yo no estoy en esas comunicaciones". Torres afirmó que fue testigo de muchas llamadas de Urdangarin al Monarca, en ellas le solicitaba ayuda para gestiones y contactos, y le ponía al día de los negocios de la empresa que compartían.
El juez Castro decidió el 22 de diciembre abrir juicio contra 17 acusados por el caso Nóos. El juez consideró que el papel de Cristina de Borbón, hija de Juan Carlos, fue "imprescindible" para que su marido defraudase a Hacienda 337.138 euros.
El auto acusa a Urdangarin y a Torres por "prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, tráfico de influencias, blanqueo y dos delitos contra la Hacienda Pública". Urdangarin se enfrenta a penas que van de los 19 a los 26 años de cárcel y una multa de 3,5 millones de euros.
La petición contra Torres es de 15,6 años de cárcel.
Según el antiguo profesor de Esade de Urdangarin, "el abogado de Iñaki me ofreció 200.000 euros y un trabajo en Telefónica en Argentina a cambio de asumir más responsabilidad en el caso. Otros llegaron al millón".
Pero también arremetió contra el al Partido Socialista: "Pepe Blanco (exsecretario de Organización) medió para que el PSOE de Baleares no pidiera una comisión de investigación parlamentaria sobre el Illes Balears Fòrum", una de los carísimos congresos que organizaba el Instituto Nóos.
Con el caso Noos, la infanta Cristina se convierte en el primer miembro de la realeza española en sentarse en el banquillo de los acusados desde que su padre llegara al trono en 1975.