"El 28 de enero Rusia entregó al Tribunal de Arbitraje de La Haya tres solicitudes para anular las resoluciones arbitrales", dice el comunicado del ente.
Moscú lo explica con que el Tribunal no tuvo jurisdicción para examinar las demandas de exaccionistas de la empresa, infringió su propio mandato y no argumentó de manera suficiente sus decisiones clave.
En 2003, las autoridades rusas incriminaron a los jefes de la entonces mayor petrolera de Rusia varios delitos de carácter económico, incluida la evasión fiscal. Posteriormente, Yukos, que pertenecía en su tiempo al magnate Mijaíl Jodorkovski, se declaró en quiebra y sus activos fueron adquiridos por la empresa pública rusa Rosneft.
El Tribunal de Arbitraje de La Haya adoptó en julio pasado una resolución que obliga a Rusia a indemnizar con 50.000 millones de dólares a la compañía GML, el holding financiero que controla los intereses de los cuatro accionistas mayoritarios del ya liquidado grupo petrolero.