Según muestra un reciente sondeo del Centro Levada, el 74% de los encuestados apuntaron a los problemas económicos como a la principal causa del aumento de tensión, mientras el 42% dijo que la culpa tiene el difícil panorama internacional.
Según Karina Pipia, una experta del Centro Levada, los problemas económicos siempre han sido considerados por la población como el origen de todos los males. Sin embargo, el factor de la desfavorable situación internacional por primera vez obtuvo semejante protagonismo.
"Es el resultado de la confrontación con Occidente", considera Pipia.
Semejante enfoque favorece a las autoridades rusas cada vez más criticadas por su gestión de la actual crisis económica.
"La política exterior (del Gobierno) es la que causa más apoyo entre los rusos", dijo la experta en referencia a las contramedidas de Moscú aprobadas en respuesta a las sanciones económicas de Occidente, así como a la adhesión de Crimea y a la política hacia Ucrania.