El texto, aprobado este martes, prevé también endurecer los castigos de las muertes derivadas de la violencia doméstica y de asesinato de mujeres embarazadas.
El denominado "feminicidio" será incluido en el Código Penal y, además de considerarse crimen hediondo, pasará a ser agravante del homicidio.
Hoy, las circunstancias previstas como agravante son medio cruel, motivo fútil, motivo torpe, imposibilidad de defensa de la víctima o cuando es llevado a cabo para encubrir otro crimen.
La pena de un homicidio simple es de 6 a 20 años de cárcel mientras que en el caso de homicidio cualificado va de los 12 a los 30 años.
Según un informe estadístico de 2014 del Instituto de Pesquisa Económica Aplicada, en Brasil cada día 15 mujeres son asesinadas.
En total, 50.000 mujeres fueron asesinadas en los últimos diez años y un 40% de ellas lo fueron por compañeros sentimentales de la víctima.
Brasil es el séptimo de 84 países que más violenta a las mujeres, según un estudio de ONU Mujeres de finales de 2014.
