"Ahora se ve el aumento de las críticas por parte de varios países de la UE sobre la idea misma de las sanciones contra Rusia y sus repercusiones en la economía", declaró a la televisión Rossiya 24.
Chizhov dudó a la vez que los Veintiocho tengan una estrategia a largo plazo en esta cuestión.
"Es porque no lograron evaluar a tiempo los daños que conllevarían (las sanciones a la UE) y predecir la actitud de los países miembros", estimó el embajador.
Además señaló que en Bruselas nadie le explicó qué medidas tomará la UE si el Gobierno de Kiev infringe los acuerdos de Minsk aunque "insisten en que son obligatorios para todos".
Occidente introdujo ciertas restricciones contra Moscú en represalia por la reincorporación de Crimea al territorio ruso tras el referéndum de hace exactamente un año y después las amplió en varias ocasiones argumentando la presunta implicación rusa en el conflicto en Donbás.
El Kremlin ha indicado en reiteradas ocasiones que no forma parte del conflicto interno en Ucrania ni suministra armas o tropas a las milicias de las autoproclamadas repúblicas del este ucraniano.
Actualmente, está en vigor un armisticio declarado en virtud de Complejo de medidas para la aplicación de los Acuerdos de Minsk, aprobado a mediados de febrero en la capital bielorrusa tras negociaciones en varios formatos incluida una reunión de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Este lunes el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, declaró antes de una reunión de ministros comunitarios en Bruselas que "no hay que pensar en incrementar las sanciones, tampoco en reducirlas hasta que se aclare" la situación en Ucrania.
Los cancilleres de Eslovaquia y la República checa también se pronunciaron en contra de prolongar el embargo contra Rusia en marzo.
