"Las sanciones afectan significativamente a Europa; Alemania, Francia, Italia, España, Grecia, Bulgaria, Austria han sentido el impacto de las sanciones, pero definitivamente, Ucrania sufre más que todos ellos", opina Rasmussen.
Según el experto, EEUU no se verá afectado por las restricciones dado el pequeño volumen del intercambio comercial entre Moscú y Washington, pero "este régimen impactará más seriamente a las perspectivas del comercio en el futuro".
"Seguramente las compañías estadounidenses sufren daños, sé que California, Maryland, Minnesota y Texas aspiraban a desarrollar la colaboración con Rusia, en particular, en el ámbito de la aviación y el petróleo, sobre todo, en los proyectos en el Ártico", señaló Rasmussen.
El experto se muestra en contra de la política de sanciones en general.
"Miren a Irán y a Cuba, a mi juicio, hay que favorecer una colaboración económica más seria en vez de imponer sanciones, no considero productivas estas medidas", señaló Rasmussen.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia que tuvo lugar hace un año y que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú, un embargo de armas junto con la prohibición de exportar piezas de doble uso militar y civil y tecnología clave para explotar recursos energéticos.
También restringieron la financiación a medio y largo plazo a varios bancos con participación pública y aplicaron sanciones contra varias decenas de ciudadanos rusos.