De acuerdo al documento, Kolomoiski es amonestado por "violar la ética profesional y cometer un acto que desprestigia el cargo público que ostenta".
Los hechos ocurrieron la noche del jueves cuando Kolomoiski acudió a la sede de Ukrtransnafta, operadora de la red ucraniana de gasoductos y oleoductos, para mostrar su desacuerdo con la destitución del presidente de esta compañía, Alexandr Lazorko, un hombre considerado próximo al oligarca.
Kolomoiski –quien, según algunos testimonios, iba acompañado de hombres armados con fusiles de asalto– tildó el despido de Lazorko de un intento de traspaso ilegal del que acusó a un diputado del Bloque de Poroshenko.
Al abandonar la oficina de Ukrtransnafta, el multimillonario profirió insultos contra uno de los periodistas que lo esperaban a la salida.
El incidente fue denunciado por parlamentarios del partido de Poroshenko que pidieron el viernes la destitución de Kolomoiski como gobernador de Dniepropetrovsk y lo acusaron de desafiar al propio presidente.
El líder ucraniano encargó a su gabinete analizar la actuación de Kolomoiski para decidir medidas a emprender en su contra.
Ígor Kolomoiski es uno de los empresarios ucranianos que han multiplicado su fortuna tras el cambio de Gobierno en febrero de 2014.
Con un patrimonio estimado por Forbes en casi 1.800 millones de dólares, es el número cuatro entre los ucranianos más ricos.
En un año, ha escalado del puesto 18 al 2, justo por detrás de Poroshenko, en el ranking de personas más influyentes del país que publica la revista Fokus.
Nombrado gobernador de Dniepropetrovsk en primavera de 2014, se le vincula a la creación y financiación de los batallones ultranacionalistas que combaten contra las milicias de Donbás.
La justicia de Rusia abrió una causa penal contra Kolomoiski por recurrir a métodos de guerra prohibidos.