"Estamos celebrando la valiente iniciativa de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama de restablecer relaciones y poner fin al último vestigio de la Guerra Fría", aseguró Rousseff quien añadió que "hay que dejar de lado los prejuicios y antagonismos" así como "aceptar las enseñanzas de la historia".
Inmediatamente después, la presidenta brasileña lanzó un claro mensaje a favor del fin del embargo en Cuba al recordar que "hace más de cinco décadas que el pueblo cubano es víctima" y que esta circunstancia "debilitó el sistema interamericano", en referencia a las oportunidades económicas de la isla, las cuales señaló como "innumerables".
Por último, poco antes de ceder el discurso al presidente de EEUU, Barack Obama, la sudamericana quiso reivindicar un nuevo marco en las relaciones internacionales al afirmar que "la VII Cumbre inaugura una nueva era en las relaciones entre hemisferios, en la que no será necesario saber convivir con diferentes visiones del mundo, sin recetas rígidas ni imposiciones", concluyó.